Vistas de página en total

viernes, 4 de febrero de 2011

Zapatillas, ¡uf!

Queridas amigas, hoy me dirijo sólo a vosotras porque dudo que esta entrada le interese a algún hombre, aunque todo es posible. Ahora que lo pienso, lo que os voy a contar es útil para chicos como idea de regalo próximo, ya me entendéis.
 ¿Qué zapatillas usáis con vuestro pijama o camisón? Os iba a lanzar un reto y pediros que me enviaráis fotos de vuestras compañeras de pie, pero por miedo, me retracto. No, no por miedo a que me mandéis auténticas aberraciones que las hay, sino por miedo a haberme pasado de lista y que vosotras, antes que yo, hayáis encontrado el Santo Grial zapatillesco.
Bueno, vamos a la cuestión.  A mi me parece difícil encontrar unas zapatillas monas para nuestros "outfits" nocturnos. ¡No me digáis que no! O bien la zapatilla es un poco "marujilla" o bien, si es algo sofisticada, roza el estilo "plutón berbenero", con todos mis respetos a marujas y plutones. En fin, que es difícil encontrar algo un poco chic. Yo casi siempre me he inclinado por la clásica bailarina aunque no muy convencida, pero el otro día entré en "Pretty Ballerinas" www.prettyballerinas.com y me topé con unas que combinaban a la perfección con mi pijama de "Shangay Tang" http://www.shanghaitang.com/ recientemente adquirido con no pocos remordimientos.

La primera de las firmas ya la conocía y seguro que vosotros también, y la segunda, la conocí "personalmente" hace unos días. La boutique me cautivó. Confieso que lo primero que hice al entrar fue preguntar si las prendas eran chinas o japonesas. ¡No sé distinguir! Me dijeron con mucha amabilidad que chinas y que la firma "Shangay Tang" era propiedad de Cartier.  Así que lujo asiático refrendado por lujo francés.

Caí, sí, lo confieso. Y lo peor de todo, es que unas horas antes, estaba cenando con unos amigos, animándoles a hacer boicot a los chinos para defender un poco al comerciante español. En fin, sin comentarios, ejem. También os digo que, a juzgar por los precios, pudo haber sido peor. Me encantaron sus rebequitas chinas, sus pijamas de seda, más bonitos que los de algodón pero también más delicados, y mil cosas más. Pero me conformé con lo mío y volví más o menos feliz a casa porque el cargo de conciencia estaba intentando hacer mella. Eso sí, ya me puedo poner enferma tranquila que voy a ir vestida monísima.
¡Un besazo y muy feliz fin de semana!
Sylvie Tartán.

6 comentarios:

  1. Hola Sylvie,me encantan tus entradas.Yo tambien cometo "pecados"y sé lo que es estar en números rojos.Te copiaré las bailarinas.¡SUERTE!

    ResponderEliminar
  2. Te imagino perfectamente entrando en una tienda cuyo nombre empieza por "Shangay", y preguntando a la dependienta si la ropa es china o japonesa... Si necesitaban un perfil de la clienta que acababa de entrar en la tienda, se lo has ofrecido en bandeja de plata. Y encima te han vendido un pijama..., y por lo que cuentas carillo..., con razón se están comiendo el mundo.
    Bromas aparte, que te felicito por el blog y lo recomendaré como se merece.

    ResponderEliminar
  3. ¡Ja, ja, ja! Resulta que conozco varios establecimientos en esta mi querida ciudad en que lo oriental se mezcla y lo que es japonés ofrece cosas chinas y lo chino, japonesas... Sé dónde esta Shangay y hasta sé pronunciarlo, ¡de verdad! Admito, de todos modos, un 20% de lapsus mental. Los kimonos me confundieron y sólo vi ojos rasgados, sin saber de dónde procedían. ¡Lo siento!

    ResponderEliminar
  4. Eso de que a los hombres no nos interesa conjuntar las zapatillas es un comentario de lo más (¿feminista sería lo equivalente a machista?). Que lo disimulemos bien es otra cosa...

    ResponderEliminar
  5. Tranquilo, ¡lo sabemos y no os lo reprochamos!

    ResponderEliminar