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lunes, 30 de mayo de 2011

El Mundo: Glamour y letras en su fiesta cultural de primavera.

Queridos amigos, ¡esta noche hay fiesta! Y no una cualquiera, sino la que organiza anualmente, desde hace más de veinte años, el periódico El Mundo,  www.elmundo.es, con motivo de la inauguración de la Feria del Libro de Madrid.
"El Jardín de las Letras" ubicado en la sede de Unidad Editorial se viste de gala para recibir a escritores, editores, periodistas y demás gente de buen vivir.  Y como hay que corresponderle, una también se intenta poner algo mona. Rebuscando en el baúl de mi desván, encuentro un vestido minimalista de Oliver by Valentino que acompaño con bolso y sandalias de Jimmy Choo y corono con una joya hecha de onix negro y monedas de plata de Alfonso XII, diseñada por Isidoro Hernández http://isidorohernandezjoyas.com/joyeria.htm, mi joyero fetiche y el de un buen puñado de celebrities.

Invitada por el escritor y periodista José María Plaza,  http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Plaza y muy bien acompañada por Javier Márquez, http://javiermarquezsanchez.com/, también escritor y además, subdirector de la revista "Cambio 16", hago mi entrada triunfal, y como cada año, se me plantea la siguiente disyuntiva. Estar de puntillas toda la noche o hundir los tacones en la gravilla del jardín.  Me agarro literalmente a esta última opción porque otros años acabé con los gemelos como los de Alberto Contador.

Al primero que nos encontramos, es al simpático escritor Pedro de Paz, www.pedrodepaz.com, que nos recibe con amplia sonrisa y ya totalmente integrado en el guateque. Y yo a este chico, le conozco... ¡claro! Acabo de estar cotilleando su blog en busca de información sobre pasadas ediciones de este evento. ¡Casualidades de la vida! Y con él nos quedamos un buen rato hablando.
Rápidamente me doy cuenta de que, en esta fiesta, si no tienes ningún libro publicado, no eres nadie. Digo "publicado", no "escrito". Que escrito ya sé que lo tenéis la mitad de los españoles.
El caso es que como no tengo artillería literaria disponible con la que hacer frente a este fuego cruzado de novelas, decido hacerle una visita al camarero de una de las barras libres. Y os juro que, como me pregunte si he leído su último libro, cojo la pistola de mi bolso baguette y me pego un tiro allí mismo.

Javier, Sylvie y Pedro.
Por suerte el camarero estaba igual que yo. Ninguno de los dos habíamos publicado nada en los últimos cuarenta y un años. ¡Qué alivio! Así que me quedo un rato charlando con él, de tú a tú. Él comprende mis penas y me da un viejo elixir para curarlas.
De vuelta, no puedo quedarme aislada toda la noche, nos encontramos Javier y yo a la escritora y periodista, Cristina Fallarás, http://cristinafallaras.blogspot.com/, reciente Premio de Novela Negra L'H Confidencial con "Las niñas perdidas".  ¡Menudo descubrimiento de mujer! Esta pelirroja arrolladora y divertidísima nos cuenta que la Semana Negra de Gijón, tiene la negra, y puede ser que éste, sea el último año que se celebra. ¡Vaya por Dios! Para una cosa que funciona...

Cristina no bebe a dos manos, le sujetaba la copa a alguien, ¡lo juro!
Y seguimos oteando por ahí, para ver si vemos a alguien "conocido". Hace su aparición el ex Ministro de Cultura, don César Antonio Molina. Me planteo hacerme una foto con él. La verdad es que sobre mi planean las dudas, ¿se negará? Me impone que haya sido ministro, qué le voy a hacer. Además, entre tanta protección a la intimidad y al honor y mi complejo de delincuente, pedirle una foto, es casi como atracarle a mano armada. Animada por Márquez, mi fotógrafo oficial de la noche, me lanzo, interrumpo educadamente su conversación y le hago la pregunta del millón. Me responde que sí, ¡salvada! Y aquí está:


Un poco más distendidos, yo, por lo menos, nos encontramos al escritor Agustín Fernández Mallo http://blogs.alfaguara.com/fernandezmallo/, sí, el de la generación Nocilla. Como sé que es de La Coruña, como yo, ya tengo un tema para iniciar la conversación. Me río mucho, me cuenta la cantidad de visitas que tiene en su blog y las comparo con el mío porque soy un poco masoquista, qué le voy a hacer. Y este gallego, que pocas veces veo sonreír en las fotos, me sorprende porque pensaba que era más serio. Y, confirmado, tenía una idea equivocada, como tantas nos hacemos de las personas a quien sólo conocemos por fotos y entrevistas. Termino haciéndole proposiciones editoriales deshonestas con poca discreción, cosas del vino...


Con Agustín Fernández Mallo.

Y seguimos con la ronda literaria, allí estaban Rosa Montero, Espido Freire, Ángela Vallvey (todavía no he olvidado su novela "Los estados carenciales" que me encantó en su día),  Javier Puebla, a quien conocí esa noche, Luis Antonio de Villena, difícil no reconocerle, Helena Cosano, un encanto de mujer...


Javier Puebla y Helena Cosano, dos intelectuales charlando.
Pero echamos de menos a Karmele Marchante, a Carmen Posadas, a Gala, a Fernando Marías... que habían estado en otras ediciones.
Yo, por supuesto, me hice la foto de rigor con nuestro citado anfitrión, José María Plaza, autor de un puñado de libros infantiles y juveniles entre los que destaca "Mi Primer Quijote", que seguro conocéis.

Con José María Plaza.
Y entre copa y copa de vino, conversación de allí y de allá, que si yo firmo en esta caseta, pues yo, en esta otra, al final una termina embebida de espíritu literario y embebida simplemente. Y gracias a eso y a que he perdido la poca vergüenza que me quedaba, pude hacer lo que llevaba un tiempo queriendo hacer: presentarme a don Pedro J. Ramírez, director de El Mundo y pedirle que posara conmigo para el blog. Muy amablemente aceptó y aquí os dejo el broche final de mi "trabajo", ¡que no es poco!

Sylvie y Pedro J., ¡la foto más buscada!

Y después nos fuimos a terminar la noche por varios locales de la capital, prometiendo volver a vernos en la Feria cuando nuestras respectivas resacas decidieran abandonarnos. La mía salió por la puerta el domingo, muy airada porque quería quedarse más conmigo. Pero yo, que soy muy independiente, le dije que o sea iba o no volvería a verme nunca más. Entonces, decidió irse.
Y nada más, queridos lectores, el próximo día nos vamos al Parque del Retiro, a  La Feria del Libro de Madrid, a seguir divirtiéndonos con la literatura y con todo el mágico mundo que existe a su alrededor.
¡Feliz feria, feliz semana y un beso muy grande!

Sylvie Tartán.

viernes, 27 de mayo de 2011

Un pulpo en un garaje y otro a la gallega.

Queridos amigos, tener un blog es obsesivo, os lo aseguro, pero de ahí, a que comentes con tu madre que estás invitada a una fiesta y que no vas a beber porque una amiga de la anfitriona pasó una noche en el calabozo al llevar una tasa alcohólica superior a la permitida, y tu madre te diga, "si te ocurriera lo mismo, ¡menuda entrada más buena tendrías para el blog!". Y tú a eso le contestes, "sí, pero no creo que me dejaran pasar la cámara de fotos a la celda". Creo, definitivamente, que esto se nos está yendo de las manos (mamá, te incluyo).


"Homenaje" de Bodegas Marco Real con etiqueta diseñada por Amai Rodríguez. Si bebes, hazlo con glamour y moderación.

El caso es que, charlando un buen rato sobre el tema y evaluando los pros y los contras, llegamos a la conclusión de que no compensaba y que casi mejor privaros, mis queridos lectores, de una entrada titulada "Sylvie en los calabozos de Plaza Castilla", un lugar, por cierto, del que no tengo muy buenas referencias.
El caso es que fui a la susodicha fiesta. Me subí a mi coche, tan encantada de la vida y ¡cómo no! Cogí el desvío equivocado, con la M30 en sentido contrario. Iba hacia La Moraleja, yo toda mona, tacones Gucci, cartera vintage y vestidito de princesa, y acabé en un polígono industrial próximo a Usera, en un descampado y vestida de cóctel. ¿Qué cómo lo hice? ¡No tengo ni idea! Pero os aseguro que me sentí como un pulpo en un garaje.

http://www.urbanity.es/
Y hablando de pulpos, en su acepción de molusco cefalópodo, no puedo dejar de recomendaros una pulpería en Madrid de la que ya se está parloteando mucho en los ambientes culinarios de a pie: LA GRAN PULPERÍA, http://lagranpulperia.es/, en la Avenida Machu Pichu, 14, pero con sucursales en los alrededores de Madrid de las que luego os daré cuenta.

Ideal para los fumadores empedernidos, tiene una gran y acogedora terraza que si llueve, cubren con un toldo (es lo que pasa en los restaurantes gallegos, que la nube va incorporada), y el ambiente es muy bueno, como corresponde al barrio en el que se encuentra.

Con pose de hogaza gallega.

¿Y que podemos tomar allí? Ya sé que no hay que ser un Sherlock Holmes para adivinarlo, pero os lo "desvelo". Sería un pecado irse sin probar el pulpo a feira, que está bien cocidito, en su punto, ni muy blando ni muy duro, y por supuesto, acompañado de cachelos que hay que pedir por separado, ¡no os olvidéis!




Rica también es la tortilla de patata al estilo de Betanzos, los berberechos (si los tomáis con limón se absorbe mucho mejor todo el hierro que contienen), la empanada gallega con pasas, el lacón... y supongo que muchas más cosas que todavía no he probado. No tienen una carta muy amplia, ni falta que les hace, pero sí sustanciosa.

Lacón a la gallega. Sin palabras. Con pimentón.
Y para terminar y antes de la copa, un riquísimo café de pote acompañado de tarta casera de chocolate y galleta.

Si lo veis borroso, id a revisaros la vista, que la foto está perfecta.

Y nada más queridos lectores, siento que la entrada sea cortita pero es lo máximo que he podido hacer en el poco tiempo que he tenido esta semana, teniendo en cuenta los problemillas que he sufrido con blogger.
Si nada falla, la próxima semana tendréis una buena crónica social de "El jardín de las letras", la fiesta que organiza el periódico El Mundo en el jardín de la sede de Unidad Editorial, con ocasión de la inauguración de la flamante Feria del Libro. Y que no sé si este año se convertirá en el aguacero de las letras, porque no sabéis la que está cayendo en la capital, con truenos incluidos.
Pero no me olvido. Antes de despedirme os dejo la dirección de mi Pulpería habitual y un enlace http://lagranpulperia.es/restaurantes/ donde podéis informaros de otras sucursales.

LA GRAN PULPERÍA
Avenida Machu Pichu, 14.
28043 Madrid.
Teléfono: 913 001 873
http://lagranpulperia.es/

¡Muchos besos y feliz fin de semana!

Sylvie Tartán.

lunes, 23 de mayo de 2011

¡Taxi! Lléveme, s'il vous plaît, a Rue Vintage 74.

Queridos amigos, hoy nos vamos a uno de los lugares más chics de la red, RUE VINTAGE, 74, una preciosa casona francesa virtual, que ha abierto al público hace poco menos de un mes y por la que podéis pasearos y comprar su mobiliario y demás enseres vintage, atendidos con un trato exquisito.
Aunque yo he tenido que coger un taxi, porque he quedado, no virtual, sino físicamente con la propietaria de esta maravillosa boutique de muebles y complementos antiguos, vosotros podéis acceder a ella simplemente, pinchando aquí: www.ruevintage74.com.

http://www.ruevintage74.com/

Como os decía, he quedado con su entusiasta propietaria, Piluca Hueso, que me va a contar qué se cuece en esta villa y qué nos ofrece a los visitantes.
Piluca, me explica que Rue Vintage, 74 es un concepto innovador. Una tienda exclusivamente online de jóvenes antigüedades y Vintage. Un "Petit Palais" en el que encontremos piezas únicas que arrastran la historia de varias generaciones. Un viaje no sólo en el tiempo, sino también un camino por los rincones más insospechados de ciudades como París, Londres, Berlín, Los Ángeles...
Así que, si os gusta soñar imaginándoos la vida pasada de estos objetos y queréis formar parte de ella, ésta es vuestra dirección.

Piluca y Sylvie, con sendos tocados de Rue Vintage, 74. ¡Maravillosos!
Hablando con esta joven empresaria, me da una envidia terrible. Cosmopolita y emprendedora, me cuenta que viaja por aquí y por allá, consiguiendo piezas únicas, no sólo para la casa, sino también para embellecer nuestro atuendo. Y es que ella de belleza sabe mucho. Tras trabajar en marketing de L'Oréal y Shiseido,  decidió cumplir su sueño, dedicarse a su verdadera pasión, las antigüedades y el vintage, porque ella lo vale y porque la necesitamos los que adoramos estas piezas pero no tenemos ni el tiempo ni los contactos para conseguirlas.
Juego de te años 20 de porcelana inglesa.
Por su propio concepto, se trata de una tienda en continuo movimiento en la que semanalmente va entrando material nuevo. ¡Hay que estar muy atentos! Porque puede llegar una maravilla y venderse rápidamente. Por suerte consultando el Blog, http://ruevintage74.com/blog/, podremos enterarnos de esos nuevos descubrimientos y aparte leer consejos de Piluca para adentrarnos en el mágico mundo Vintage.
Por otro lado, si traspasáis el umbral de Rue Vintage, 74, os daréis cuenta de que es una tienda por la que es fácil moverse sin tropezar con ningún mueble ni pisar ninguna de las joyas que alberga. Además Piluca, que le gusta conservar lo antiguo, se ha ceñido a la concepción original del palacete y ha respetado las estancias que originalmente diseñó el arquitecto. Concretamente tres suites: Le Salon, La Cuisine y Le Vestiaire.

Lámpara francesa años 50.
En Le Salon, se mezclan de una forma genial las Sillas Tolix originales, con lámparas de cristal francesas de los años 20, esculturas industriales con apliques y centros de mesa italianos.
Silla Tolix original de Xavier Pauchard.

En la Cuisine, nos vamos a encontrar una exquisita selección de cuberterías de plata inglesa y francesa, exclusivos manteles de hilo y Damasco teñidos en divertidos colores, juegos de té y café en porcelana de Limoges...
Piezas ideales para nosotros o para hacer un buen regalo, cargado de clase, buen gusto y de cariño, porque si alguien te regala alguna de estas cosas, es que de verdad, te quiere, ¡os lo aseguro!

Cubiertos para el queso de plata inglesa.


Le Vestiaire es el auténtico viaje al armario de principios de siglo, sofisticados tocados de flores, broches de la célebre Lea Stein (quien trabajó con Coco Chanel antes de instalarse por su cuenta) y broches y pendientes de allende el mar que nos recuerdan aquellos maravillosos años de la floreciente América.  
Broche de Lea Stein

Tocado de novia de los años 40.
Y por último New Vintage, el único espacio dónde encontrar piezas actuales con inspiración retro, como estos divertidos bolsitos clutchs en los que podrás llevar tus pertenencias sin ningún miedo a que te las roben. A los cacos no les interesan las revistas de moda ni el chic francés.
Y aparte de esta cuidadísima selección de objetos con amplia biografía, Rue Vintage 74, nos ofrece un servicio de entrega en 48 horas, perfecto para regalos y "necesidades" de última hora. Y lo que es importantísimo, desde el primer momento conocemos el importe final de nuestra compra ya que todos los precios que veis en la web llevan los gastos de transporte incluidos, con lo cual no hay sorpresas a la hora de hacer la "purchase".  Pasar por caja no nos dará ningún susto.
¿Y cómo recibiremos nuestro pedido vintage? Piluca, aunque sé que le gustaría, no utiliza envoltorios del siglo pasado porque se volatilizarían en el viaje y se estropearía el contenido, pero nos ofrece una presentación actual, fina y elegante, y sobre todo, acorde con el espíritu glamouroso de la marca. ¡Os dará pena abrir el paquete!
Mantel y servilletas de hilo de los años 20, procedentes de La France.
Y por desgracia, nos tenemos que ir a comer, así que me despido de esta enamorada de las antigüedades, que lleva su vocación en los genes, y que, por eso y por su entusiasmo y experiencia, estoy segurísima de que le va a ir tan bien, que pronto abrirá Rue Vintage 76, Rue Vintage 78... hasta ser propietaria de toda la manzana. Si yo viviera por ahí, estaría ya temblando.


Y nada más, queridos lectores, antes de recordaros la dirección donde podéis distraeros, rebuscar y encontrar todas estas maravillas, os recomiendo que le sigáis la pista a esta chica. Una importante revista de tirada nacional le va a dedicar próximamente su sección de Mujeres Emprendedoras. ¡Y no nos extraña nada! ¡¡Enhorabuena Piluca!!

www.ruevintage74.com
Blog: http://ruevintage74.com/blog/
E-mail: info@ruevintage74.com
Teléfono: +34 649 00 15 21

¡Besos y que disfrutéis de la semana!

Sylvie Tartán. 

domingo, 22 de mayo de 2011

Una mujer, una película, un restaurante, un coche, ¡y una pistola, por favor!

Queridos amigos, ayer tras pasar una mañana genial de la que os daré cuenta próximamente, se me ocurrió ir al cine por la tarde. Y yo, que a veces voy de chulilla por la vida y me intento diferenciar del resto, por supuesto no pude ir a ver una película "normal", no. Tras haber escuchado en la radio un comentario positivo, decidí ir a ver: "Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos", del director Zhang Yimou, un insólito remake de "Sangre Fácil" de los hermanos Coen.

El modelito de la prota (en verde) lo que más me gustó de la peli, así que imagináos...
La señorita de la taquilla me da la entrada, previo pago, y me desea que me lo pase muy bien. Ahí tenía que haber sospechado, porque eso no es normal. Mítica es la "simpatía" habitual de las taquilleras. El caso es que me voy contentísima con esos deseos de bienestar hacia mi persona por parte de una extraña, pero, ¡ay de mi! La pobre debió de echarme un maldición encubierta porque la película fue sencillamente terrible. La mujer era protagonista, la tienda también y la pistola, no digamos. Bendita sea ésta última porque la habría necesitado allí mismo para acabar con todo y con todos ya de paso.  Tampoco me habría costado gran esfuerzo porque con deciros que éramos tres en el cine y uno se fue. Y quedamos dos y se cayó el del medio... Eso sí, ahora sé lo que es una tortura china.
Para compensar esta mala crítica, y sin rencores, decidí irme a comprar los susodichos fideos, esperando que el karma se equilibrara y no tener que reencarnarme en un mosquito tigre o una lombriz de tierra en mi próxima vida.


Pero, el día se podía arreglar, ya que más tarde, había quedado en un restaurante recomendado por un amigo y que, seguro, paliaría los daños psicológicos sufridos por este pequeño percance. Pues no, queridos lectores. Aunque la compañía era inmejorable y divertida, el servicio espléndido y la intención de los cocineros creo que  también era buena, la cosa, en lo que a lo culinario se refiere, no salió del todo bien. Si hubiera sido hipertensa, ahora mismo os escribiría desde una uvi móvil, ya que el exceso de sal, por desgracia, acompañó notablemente a casi todos los platos. Esto, junto con otros detalles como flores de plástico en las mesas, (¡pecado mortal!) y azucareros casi vacíos y mal acompañados por el bote de Natreen, (¡otro pecado mortal!),  hicieron que desistiese de mi recomendación gastronómica. Y es que estos detalles no eran propios de la categoría ni del precio del lugar. ¡Una pena! 

Risotto con calamar y ali oli de limón. Rico, pero "salao" como él solo.
En fin, tras la despedida, me senté al volante de mi coche para volver a casa. ¡¡Pin!! ¡Señal amarilla! "Fundida luz de freno trasera". ¡Estupendo! Ahora que no tengo tiempo ni para respirar, tengo que perder una tarde llevándolo al médico. ¿Lo ha hecho para llamar mi atención porque hace tiempo que no le saco en el blog? ¡Estoy segura de que sí! Pues podría llamarla, no sé, aparcando sólo como ya hacen otros,  inhibiendo radares sin necesidad de ningún aparatejo adicional... ¡yo qué sé! Tiene mil formas mejores para decirme que últimamente no le hago mucho caso... ¡Tirón de orejas también! Pero por si acaso, le prometo una entrada no vaya a ser que me empiecen a saltar "pins" a diestro y siniestro, que él es muy suyo.

¡Tu cuoque fili mi!
Y nada más, sólo me queda comentaros que la próxima semana tendréis recomendaciones de verdad, de las buenas. Os adelanto que os descubriré un glamouroso espacio en la red, que nos ofrece conseguir maravillas vintage, con un servicio exquisito y de lujo.
También tendréis algunas recomendaciones culinarias y quien sabe si alguna cosita más. ¡Dios nos pille confesados!
¡Un beso fuerte y feliz semana!

Sylvie Tartán.

jueves, 19 de mayo de 2011

El mobiliario de casa y los seres que lo habitan, que no son pocos.

Queridos amigos, ¿os habéis parado a pensar alguna vez en lo que podéis encontraros debajo de la cama? No, no me estoy refiriendo a pelusillas, polvo y demás complementos, bastante inofensivos por cierto, que ocupan normal e inevitablemente esos espacios. Hablo de monstruos y seres malignos y desconocidos que habitan justo ahí, bajo vuestro lecho. ¿No lo sabíais? Pues raro es que estéis entre nosotros todavía.
Desde que tengo uso de razón, mientras duermo jamás dejo un brazo o una pierna, (míos, se entiende), colgando de la cama por si acaso aparece una garra peluda de ahi abajo y tira de mis extremidades hasta llevarme a sus dominios para no volver jamás. Quien me conoce, sabe que esto es cierto. Y os hablo en serio. Nunca, nunca les facilitéis el trabajo a estos monstruos. Ellos no pueden sacar su cuerpo de ese habitáculo, con lo cual, nunca os irán a buscar si estáis bien tumbaditos, con todo el cuerpo encima de la cama y dentro de la zona de seguridad marcada por los límites del colchón.


Si no os lo creéis, no tenéis más que leer "No mires debajo de la cama" del genial Juan José Millás, quien, utilizando la ficción para no asustar demasiado, corrobora estas teorías que os cuento. De hecho, todos los días desaparece gente en el mundo y no se vuelve a saber de ella. Todos siguen un parámetro, os lo aseguro y ése no es otro que dormir de manera descuidada, dejando fuera de protección brazos, piernas, cabeza... ¿Quienes creéis que se llevan a estas personas? Ya os lo he dicho. Espeluznante.




Lo mismo ocurre con los objetos que tenemos en casa. Aunque pensemos que son piezas inanimadas, cuando dormimos cobran vida, ¡vaya si la cobran!  Y son capaces de cualquier cosa. Tienen sus discusiones, sus problemas, sus alegrías y sus malestares, sus amistades y sus odios y ¡ay de ti como te cojan ojeriza! ¿No habéis leído que una de las causas más comunes de fallecimiento son los accidentes domésticos? ¿Cuánta gente ha muerto por algo tan simple como caerse de una silla? Por Dios, si hasta acabaron con la dictadura portuguesa, hiriendo de muerte a su jefe de gobierno,  Antonio de Oliveira Salazar. ¡Derrotado por un mueble!
Si atáis cabos, os daréis cuenta de que a veces el lugar más peligroso es nuestra propia casa.
Silla Jill de Vitra http://www.vitra.com/es-es/ en colaboración con Alfredo Häberly.

Lleváos bien con vuestro mobiliario porque os aseguro que si no, os la puede jugar.
¡Cuántas veces hemos buscado cosas en casa y no las hemos encontrado? Eso es que aprovechando el agravante de nocturnidad se cambian de sitio y antes de que nos despertemos se olvidan de regresar a donde estaban. Algunas veces es porque tienen problemas de memoria con la edad, pero otras lo hacen a propósito para volvernos locos, o para provocar una discusión en casa. ¿A quién no le ha desaparecido dinero y le ha echado la culpa a su hermano pequeño, a su hijo o a su abuela que frecuenta el bingo?

Carterita de Gucci.

¿Y cuándo se estropea un electrodoméstico? ¿Por qué va siempre otro detrás? No, no es la bruja avería. Es que esos aparatos eléctricos eran pareja y si uno se va, el otro también se quiere ir. El mobiliario de casa es tremendamente fiel y está muy mal visto que una lavadora comprometida con una tostadora, por ejemplo, se estropee y la tostadora se quede ahí, a ver quien puede ser el sustituto. ¡Uf, no, no, no! Lo que hacen es irse los dos al punto limpio a reciclarse juntos y allí consuman su matrimonio, uniéndose para siempre quizás en forma de radiador eléctrico o como batidora, nunca se sabe. Por eso en los esponsales se dice "hasta que la muerte os una" y no como nosotros, la triste frase de "hasta que la muerte os separe".


http://www.serviciotecnicobosch.com/

 Pero no todo es tan idílico y romántico. Nuestros ordenadores son los más vengativos. ¿Por qué? Porque son a los que peor tratamos. Concretamente, el ratón se lleva la peor parte. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas. Y cuando tanto ellos como el resto de componentes, están hasta las narices de tanto golpe y de tanto insulto, y de que además les tiremos las migas del bocadillo del almuerzo, bajan sus defensas y cogen algún virus para que te quedes sin sus servicios y sin tus archivos, por unos días o para siempre.

http://www.clinicadelordenador.com/
Tema aparte son las planchas. Ellas van con su arma principal por delante que es su placa ígnea. Pero no te confíes pensando que conoces todo su arsenal. Cuando era niña, tras desenchufar una plancha me metí el enchufe en la nariz (cosas que hacen los niños) para comprobar que encajaba perfectamente en mis orificios nasales y me dio una descarga eléctrica que, como véis, todavía recuerdo. Ahí empecé a tenerles respeto y cierto recelo.

La señora Plancha.
También hay objetos suicidas. Se tiran, de verdad, que yo los he visto. Son cosas que están sufriendo mal de amores o una fuerte depresión y de repente se tiran y mueren. A mi me pasó hace un par de años con un regalo de boda, una fuente antigua de porcelana que tenía colgada en la pared. Una noche a las tres de la madrugada se tiró. Me llevé un susto de muerte. Quiso acabar con todo y lo hizo de forma digna, todo hay que reconocerlo, ya que no se llevó a nada ni a nadie por delante. Escogió la noche para no causar peligro alguno.
Normalmente si quieren terminar con su existencia, eligen esta forma de suicidio: altura combinada con fuerza de la gravedad. La más efectiva, no suele fallar. Tampoco es que tengan muchas más opciones, eso es cierto.
En fin, para mi, nada de esto es nuevo. Yo, ya sabeis que mantengo conversaciones fluidas con mi coche y ahora os confieso que también con el mobiliario de casa. Eso creo que lo hacemos todos. Quién no habla con el microondas, azuzándole para que apure o con el grifo del agua caliente para que temple pronto el agua. Y ya no digamos con el teléfono para que suene en determinados casos. Yo, como véis, no soy tan rarita.
http://www.movilesdualsim.com/
También hablo con mi casa, por supuesto. Cuando regreso de un viaje, siempre la echo de menos y me alegra volver a entrar en su espacio acogedor y resguardado. Ella tambien me ha echado de menos y si me voy mucho tiempo, suele tener pataletas y me recibe con algo estropeado, ¡no falla!
Las casas, cuando las abandonamos, sufren y empiezan a deteriorarse, eso lo sabe todo el mundo. Hasta los monstruos de debajo de la cama que, en estos casos, si no huelen carne fresca durante un tiempo, se van en busca de ella a otro lugar conectado secretamente con sus abismos.
¡Seguid mis consejos, queridos míos! No quisiera perderos a ninguno de vosotros.
¡Muy feliz fin de semana!

Sylvie Tartán.

lunes, 16 de mayo de 2011

La calle Santa Catalina de Madrid y su secreto mejor guardado: EL RINCÓN DE ESTEBAN.

Queridos amigos, terminados ya los fastos de mi cumpleaños con un sinfín de celebraciones improvisadas y a las que, confieso, no he opuesto resistencia alguna, se acerca el día de las elecciones. El buzón de mi casa y supongo que el de la vuestra también, ¡lleno de propaganda electoral!
PP, PSOE, Izquierda Unida, JIMMY CHOO... La verdad es que este año no me lo han puesto nada difícil. ¡Optaré por la papeleta de color rosa, por supuesto! Alguien que fabrica zapatos tan ideales, no puede ser malo.

Decidida mi preferencia para el inminente plebiscito, me voy a explorar otro pequeño y singular pedazo de Madrid. Esta vez le toca a la calle Santa Catalina, muy cerca del Hotel Palace y del Palacio de Las Cortes, así que, en zona noble donde las haya.
He quedado allí con unas amigas para ir a conocer un magnífico restaurante del que, todas, hemos oído hablar: EL RINCÓN DE ESTEBAN, www.elrincondeesteban.com.
Fundado en el año 1992 ofrece cocina española de mercado, con productos de temporada de primerísima calidad, aderezados con algún toque de humor. Sus famosos "Manda Huevos" (angulas, patatas, huevos y jamón) en honor a nuestro querido Federico Trillo, arrasan, así que tengo muchísimas ganas de conocerlo.
Y llego puntual, como siempre, a la zona. Aparco en el parking de Plaza de las Cortes encantada de la vida porque sé que para los clientes del restaurante es gratuito, así que, ¡eso que me ahorro!

Imagen de http://www.canalcocina.es/.
Y como últimamente viene ocurriendo, hoy hace un día espléndido y el plan es inmejorable. La única nube que me encuentro en mi camino (aparte de la de la foto, ejem) es la que forman un grupo de policías nacionales en guerra fría con otro de manifestantes. Los esquivo como si formaran parte del mobiliario urbano y subo por la calle del Prado, giro a la derecha y me encuentro con Santa Catalina. Intercambiamos saludos, le pido un par de milagros, poca cosa en realidad, y me dice que hará lo que pueda, pero que está difícil, que les llegan un montón de peticiones y lo mío no es tan urgente. Pero que si me porto bien, seguro que se puede saltar algún trámite. Me despido agradeciéndole toda su ayuda. Y sigo andando.

Y al girar, lo primero que llama mi atención es la Iglesia de la Cienciología, http://www.madrid.scientology.es/, inaugurada en Madrid, en el año 2002, con el actor Tom Cruise, al frente. Como yo, ya véis, soy católica y hasta me comunico con los santos, también la esquivo y sigo caminando.
Me encuentro con un anticuario y aquí sí me detengo porque los escaparates llenos de antigüedades me hipnotizan. Alcocer Anticuarios, http://www.alcoceranticuarios.com/, es un negocio familiar al que ya se han dedicado cuatro generaciones, desde el año 1930. Pienso que podría brindarles una entrada del blog, previo soborno con alguna que otra pieza, no sé..., del siglo XVIII, ¿por ejemplo? Santa Catalina, que todavía está al comienzo de la calle, me lee el pensamiento y con unos aspavientos me lanza una reprimenda. Vale, vale, se la dedicaré sin soborno alguno. ¡Uf, qué mujer!


Y por fin llego a destino, El Rincón de Esteban, donde me esperan mis amigas.
Y antes de continuar, queridos lectores, hay que hacer un alto, por si alguien prefiere no seguir leyendo. Os advierto que las imágenes que vienen a continuación pueden herir la sensibilidad de los que estén a régimen, en plena operación biquini, a dieta perpetua o simplemente en ayunas. Yo misma he sufrido y mucho al estampar las fotos en este post y volver a recordar olores y sabores divinos.

¿Os habéis quedado todos? ¿No se ha ido nadie? Os gusta sufrir...
Sigamos. Al entrar nos recibe el personal, sonriente y con modales exquisitos. Y después es el propio don Esteban, antiguo copropietario de Los Galayos, también en Madrid, el que nos toma nota de todo. Y comienza el combate.
Primer Asalto:  Cecina, pincho de tortilla de patata, pan tumaca, surtido de encurtidos y el clásico pan con mantequilla.  Tengo ganas de llorar al ver la cecina que me trae recuerdos de una parte de mi vida que transcurrió en León, pero me dejo de sentimentalismos y ataco, no vaya a ser que mis amigas no dejen ni rastro.

2ª Asalto: Para sentirnos bien con nosotras mismas, pedimos una riquísima ensalada que aplaque nuestras conciencias, pero no mucho, ya que la acompañamos de un buen plato de sabrosísimas gambas y otro de Foie con uvas.


Y entre plato y plato recuerdo haber leído que aquí se celebran las Jornadas Gastronómicas dedicadas a la Caza en las que don Esteban y su equipo inventan cada año diferentes propuestas siempre con perdiz, ciervo, conejo... como protagonista principal. ¡Habrá que estar atentos!

Foie.
3º Asalto. Tras un riquísimo sorbete de cava rosado que limpia nuestras papilas gustativas, desfilan por la mesa, cochinillo, solomillo y pescados varios. El soberbio cochinillo se lo comió la que os escribe.


4º Asalto: Surtido de tartas, entre las que podemos destacar la famosa Tarta Princesa, en honor a doña Letizia y un hojaldre para el que no tengo palabras.

5º Asalto: café y copa. No hay fotos porque o hacía la digestión o hacía fotografías, pero las dos cosas a la vez, ¡imposible!
Y después de esta auténtica bacanal, atendidas maravillosamente por el propietario y director del establecimiento, no faltó por supuesto, la foto de rigor.  Que sí, que no soy tan famosa como Tom Cruise (veásele detrás) y todos los demás que allí estaban colgados, TODAVÍA. Pero nunca se sabe, tiempo al tiempo... Santa Catalina, no me falles...

Fotografía de José Alonso Gutiérrez.
Y con el propósito de volver cuanto antes, os dejo la dirección y datos completos del lugar que hoy os recomiendo. Avisadme si vais, que estaré encantada de acompañaros.

EL RINCÓN DE ESTEBAN.
C/ Santa Catalina, 3.
28014 Madrid.
Teléfonos: 91 429 92 89 - 91 429 25 16.
info@elrincondeesteban.com
www.elrincondeesteban.com

Y nada más, deciros que os he echado de menos, que me habría gustado tener más tiempo libre, pero no menos celebraciones. Y os comento, que ahora que se ha terminado mi cumpleaños, comienzan los de un montón de amigos más, porque Mayo es el mes de las flores y de los nacimientos. Haced cálculos y sabréis  porqué.
¡Besos y feliz semana!

Sylvie Tartán.