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domingo, 28 de agosto de 2011

El cuento de Yayoi Kusama en el Museo Nacional Reina Sofía.

Érase una vez una niña que nació en Japón en el año 1929. Cuando vino a este mundo, sus padres, que le pusieron el nombre de Yayoi, no se imaginaban que llegaría a ser la artista viva más conocida de su país.

Yayoi Kusama, ése era su nombre completo, comenzó estudiando pintura nihonga en la ciudad de Kioto, una tendencia pictórica emparentada con el nacionalismo que buscaba recuperar las raíces de la tradición japonesa debilitadas ante la creciente occidentalización del arte.

Foto extraída de http://www.museoreinasofia.es/.
Pronto se le quedó pequeño Japón y empezó a investigar sobre la vanguardia europea y americana buscando información en libros y revistas. Experimentaba con pinturas domésticas corrientes mezcladas con arena y empleaba sacos de semillas del negocio de sus padres, en lugar de lienzos.

Foto extraida de http://www.museoreinasofia.es/.
Teniendo ya un reconocimiento considerable por parte de la crítica de su país, Japón se le quedó "pequeño, demasiado servil, demasiado feudal y demasiado desdeñoso con las mujeres", como ella misma decía. Y decidió irse a Estados Unidos. Primero a Seattle y seis meses después a Nueva York.



En Nueva York, como era de esperar, cambió totalmente su forma de pintar y realizó enormes lienzos titulados "Infinity Net Paintings" o cuadros de redes infinitas.

http://www.christies.com/LotFinder/lot_details.aspx?intObjectID=5372149
Y este estilo que anticipó el minimalismo y el arte conceptual se convertiría en el lenguaje personal de imágenes de Yayoi, al que acudiría en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera.

Pero su mente inquieta seguía investigando y se lanzó a hacer esculturas que incluían elementos cotidianos, como muebles, ropa y accesorios, cubiertos por una proliferación de formas repetidas.  

 

Codeándose ya, a través de su arte burbujeante y surrealista, con otros artistas de la talla de Andy Warhol, George Segal o James Rosenquist, Yayoi Kusama logró introducirse de lleno en el corazón de la escena neoyorquina plagada de psicodelia y de arte pop.


En 1966 creó una obra que reflexionaba sobre su doble condición de forastera, mujer y asiática en un mundo del arte predominantemente blanco y masculino. En esta serie de fotografías, la artista se convirtió en protagonista de su obra.

http://imaginepeace.com/archives/4096
A Yayoi le gustó eso de integrarse en sus propias piezas, y en la segunda mitad de los años 60, fue ganando protagonismo su imagen con la que, todo hay que decirlo, siempre fue muy cuidadosa.

 


En 1973, regresó a Japón y tras un intento fallido de presentar los happenings (performances) en los que aparecía desnuda ante el conservador público de Tokio, Yayoi Kusama se estableció como marchante de arte.

No pude evitar tocar esta escultura aunque sabía que me llevaría una reprimenda. Vosotros, ¡no lo hagáis!


Pero su vida no fue fácil cuando regresó a su tierra, el negocio no duró más de dos años, y ella llegó a internarse voluntariamente en el hospital psiquiátrico que a día de hoy, sigue siendo su hogar y donde continúa desarrollando su carrera artística y también literaria.

Girad un poquito la cabeza hacia la izquierda para ver bien el cuadro.




En la propia institución médica montó un estudio, volvió a la escultura y a crear objetos a pequeña escala. Siguíó experimentando con la pintura y sus obras comenzaron a evocar mundos microscópicos o marcroscópicos con patrones abstractos repetidos que recuerdan a imágenes biológicas o astronómicas.


A finales de los años 90, Yayoi Kusama regresó a las instalaciones a gran escala, pero siempre con ese halo de surrealismo y extrañeza. Las experiencias alucinatorias acompañarían a Yayoi desde niña y eso se ha reflejado siempre en su obra.

Lo más increíble de la exposición.



En noviembre de 2008, Kusama pasó a la historia ya que alcanzó el record de mayor precio pagado por la obra de una artista viva. Se vendió una obra suya por algo más de cinco millones de dólares en la galería Christie's. 



Y esta es la historia de la niña Yayoi Kusama, excéntrica, genial y fascinante, que hoy es una mujer madura que ha decidido compartir por un tiempo sus obras en el Museo Reina Sofía de Madrid para que todos podamos divertirnos con ellas, admirarlas y disfrutarlas.



Muchas gracias al Museo Nacional de Arte  Reina Sofía, http://www.museoreinasofia.es/, de cuyo folleto informativo he tomado la gran mayoría de los datos de su biografía,  a la Tate Modern de Londres, http://www.tate.org.uk/, y a Yayoi Kusama, www.yayoi-kusama.jp/, por esta inolvidable experiencia muy recomendable para evitar depresiones postvacacionales. 




Hasta el 12 de septiembre de 2011 en el Museo Reina Sofía, en calle Santa Isabel, 52, de Madrid.
Teléfono 91 774 10 00.
De lunes a sábado de 10.00 a 21.00.
Domingo de 10.00 a 14.30.
Martes, cerrado.

  http://www.yayoi-kusama.jp/e/information/index.html, ...
¡Un beso fuerte!

Sylvie Tartán. 

martes, 23 de agosto de 2011

La Hoja Parroquial de la Moda. Número Extra de Verano.


Sumario.
1.  Galliano, ¡regresa, por favor!
2. La Milla de Oro en verano.
3.  "La Casa Winchester" o el mejor vintage en Pontevedra.
4. Chanel, ¿qué-es-esto?
5. ¡Bye, Bye taconazos!
6. Isidoro Hernández, sus premios y calaveras.
7. Gafotas narajas de Gucci, ¡vístete de optimismo!
8. Hola, soy tu regalo. Pero Luke, yo no soy tu padre.
9. Por fin, bailarinas de Cool Corner.
Staff.
Directora, redactora, fotógrafa y chica de los cafés: Sylvie Tartán.

1. GALLIANO, ¡REGRESA, POR FAVOR!
"Errare humanum est" y como afirma el dicho popular, "si errar es humano, perdonar es divino".

Foto extraida de http://hitdanback.com/.
 Y lo de perdonar parece ser que en la Maison Dior no lo llevan muy bien. John Galliano, director creativo de la firma, hizo hace unos meses unas desafortunadas declaraciones sin estar en plenas facultades, lo que provocó su expulsión con cajas destempladas de tan excelsa firma. Pero, yo me pregunto...¿no habría sido suficiente unas disculpas públicas y su comparecencia ante la Justicia, si ha lugar a ello? ¿Era necesario echar a tan excepcional creador y provocar su linchamiento mediático? ¿Es ahora el mundo de la moda más estricto que el propio Vaticano? Pues parece que sí. Pero, no te preocupes, Galliano, donde las dan las toman y en el pecado llevan la penitencia a esta soberbia y presunta santidad. Y si no, juzguen ustedes, queridos lectores, con estas imágenes de los últimos desfiles de Dior. Con Galliano y unos meses después, sin él. Sobran las palabras y no hay trampa ni cartón.
CON GALLIANO:
http://www.vogue.es/

http://www.vogue.es/

http://www.vogue.es/

http://www.vogue.es/
 Y SIN GALLIANO: 
http://www.vogue.es/ y susto.com!
http://www.vogue.es/

http://www.vogue.es/
http://www.heraldo.es/
2.  LA MILLA DE ORO EN VERANO.
Año tras año, agosto tras agosto, no deja de llamarme la atención lo desiertas que están las calles de La Milla de Oro (para quien no lo sepa, la zona más exclusiva de tiendas de la capital), recorridas sólo en estas fechas por solitarias fashion victims,  acalorados turistas y algún que otro despistado como yo, que sigue sin enterarse de que no hay ambiente ni nada interesante qué hacer por aquí. Tiendas cerradas por vacaciones, negocios clausurados por reformas, la boutique de Nespresso sin su larga y habitual cola de adictos, maravillosos escaparates invernales sin público que los mire... ¿Triste, verdad?

Calle Serrano en su confluencia con Ortega y Gasset hace unos días.
Y es que la gracia de ir de shopping por esta zona es pasear, ver gente, estilismos originales dignos de The Sartorialist http://www.thesartorialist.com/, chicos guapos, adictas a los tacones que los llevan con gracia y soltura, víctimas de los stilettos haciendo esfuerzos para sostenerse en pie, jovencitas sabiamente iniciadas en el arte de la moda, yuppies trasnochados, dandis elegantes, bisones con señoras en su interior... No sé, ¡un sinfín de cotilleos y de cotillón! Pero nada, tendremos que esperar unos días para volver a deleitarnos con todo lo que nos ofrece esta espléndida zona de Madrid. ¡Septiembre, ven pronto! Y tráete a Galliano de paso.

3. LA CASA WINCHESTER O EL MEJOR VINTAGE EN PONTEVEDRA.
Ya vais conociendo mis gustos y si hay una actividad que me hace disfrutar es irme de tiendas vintage para buscar prendas y complementos de décadas pasadas que me saquen del sutil aburrimiento de las "súper tendencias de la temporada".  Y buscando en la ciudad de Pontevedra, me encontré con La Casa Winchester, un espacio divertido y simpático, casi tanto como su dueña, Cecilia.

Cecilia, todo amabilidad.
¿Qué vamos a encontrar aquí? Aparte de profesionalidad y sonrisas un buen puñado de prendas y complementos retro, tanto para chicos como para chicas, ordenadamente dispuestos en provocativos y coloristas percheros. 

Vintage básicamente americano y muy pronto, inglés.

Ropa de diario, de fiesta, playera, una buena colección de camisas hawaianas auténticas, vestidos de verano, de invierno y de entretiempo. Es imposible que aquí no encuentres algo que se adapte a tu estilo y todo a unos precios que nuestra cartera agradecerá enormemente. ¡Mis hermanas y yo nos hicimos adictas! Y después de tomar el café de media mañana, se convirtió en un ritual casi diario, acudir a este alegre rinconcito de los años 60, 70, 80 y 90. ¡Viva la máquina del tiempo!
Amai Rodríguez,  pillada in fraganti.
Tomad nota queridos lectores/as y si venís por aquí, nos os olvidéis de pasar por La Casa Winchester, ¡no os arrepentiréis! Palabra de Sylvie Tartán. La dirección, más abajo.

La Casa Winchester lleva poco tiempo abierta pero ya ha cosechado éxitos y fidelizado clientela. Pronto ampliará su gama de ropa y complementos. ¡Felicidades!

4. CHANEL, ¿QUÉ-ES-ÉSTO?
No sé si es que estoy en modo "súper criticona" o que las vacaciones no me han sentado bien o que el mundo se ha vuelto loco o... que tengo razones más que justificadas para estar así, un poquito peleona.
Situémonos. Comienzos de agosto. Me apetece empezar a ponerme al día sobre las nuevas tendencias para el otoño invierno.  Compro el ¡Hola! de Prêt-à-porter, no sin ciertos reparos porque no suelo comprar esta revista nunca y no sé muy bien qué me voy a encontrar. Pero todo hay que decirlo, es la única que me ofrece adelantos por estas fechas. Además parece gordita y suculenta, así que me planto en una hamaca del jardín y me dispongo a devorarla con fruición.


¡Oh! ¡Qué ven mis ojos! ¡No me gusta la colección de Chanel! Por primera vez en la historia desde que tengo uso de razón, ¡no me gusta Chanel! Empiezo a sospechar si no habrán sido los del ¡Hola! que han escogido los modelitos menos agraciados o que simplemente no coincido con su gusto. Desechada incluso la posibilidad de que Chanel haga una colección exclusiva para la revista ¡Hola! y confirmado mi espanto en http://www.vogue.es/, me deleito horrorizándome (parecen términos contradictorios, ¡pero se puede!) con cada modelito.

Querido Karl (Lagerfeld), ¿qué te hemos hecho las mujeres para que nos quieras poner tan feas? ¿Dónde ha quedado la exquisita feminidad con que nos sueles vestir? Si a las modelos les quedan así de mal estos pantalones, ¿qué será a nosotras, pobres mortales, que no llegamos al uno setenta de estatura?

¡Dios nos asista, chicas!

5.  ¡BYE, BYE TACONAZOS!
Lo confieso, después de haber gastado a lo largo de los años parte de mi sueldo en zapatos, me he pasado todo el verano subida a dos únicos modelos de Swedish Hasbeens, los zuecos del momento, y apenas he tocado el resto. ¿Por qué? ¡Porque son comodísimos! Así que me he dicho, voy a invertir en unos zapatos para este invierno CÓMODOS. Y después de probarme unos Miu Miu de tacones de vértigo, he optado por unos Prada, modelo "abuelilla", con tacón: ancho, de diez centímetros y un pelín de plataforma. Para mi, ¡como zapatillas de estar por casa!

Este invierno, a corretear por las calles de Madrid, a subirme a los columpios, a echar carreras con los niños del barrio, a jugar al fútbol, a escalar montañas, a bailar con tutú y todo, sin bajarme de mis Pradas. Cómodos, calentitos, monos y con lazote ultra chic, como a mi me gustan.


6. ISIDORO HERNÁNDEZ, SUS PREMIOS Y CALAVERAS.
Don Isidoro Hernández, mi joyero personal (¡yo, como las princesas!) ha ganado hace unas semanas el Premio que concede la prestigiosa revista Vogue Joyas en su modalidad de Joya Nacional. El galardón se lo ha llevado este fantástico collar "on the rocks", que conozco bien de ir a acariciarlo y toquetearlo dada la fascinación que me provocó desde el primer día que lo vi. Cuarzo hialino y cuarzo lechoso en bruto unidos por hilos de oro blanco y pavés de diamantes.


No, no os voy a comentar que me he hecho con el collar y que lo tengo aquí al lado, acompañándome mientras escribo. También es cierto que pocas ocasiones tendría para lucirlo como se merece y estaría el pobre recluído en mi armario desperdiciando su vida. Lo que sí os cuento es que me he hecho con una parejita de calaveras de plata, ultra monas y que, en forma de pendientes, prometen ser asiduas de mis próximos outfits.


Mi querido Isidoro que conoce bien mis gustos y mi estilo, sabe que me encanta el look baby-punky-chic o sea, algo siniestro suavizado con pequeñas dosis de ñoñería infantil y envuelto en una nube de glamour.

¡No os emocionéis niños! Una va a ir en la oreja derecha y otra, en la izquierda.
 6. GAFOTAS NARANJAS DE GUCCI, ¡VÍSTETE DE OPTIMISMO!
Me estaba quedando el post un poco gris, es cierto. Tanto hablar del invierno que esto ya parecía una borrasca. A mi me gusta el color pero reconozco que más en los complementos que en la ropa. No me veo vestida de fucsia pero sí con un bolsito fucsia. Así que yo que soy miope por la gracia de mis genes paternos me lancé a comprarme unas gafas de color naranja casi flúor que amenizan mis looks más somnolientos de cuarenteañera que se dirige sin remedio hacia el retrogradismo estilístico.

Me encantan sus patillas finas y con logo discretito.


8. HOLA, SOY TU REGALO. Pero Luke, yo no soy tu padre.
Lo siento, tenía que hacer la gracia.
¿A qué me refiero con esta primera frase? Os estoy hablando de uno de los regalos que ofrece la revista más antigua de España, "La Moda en  España" http://www.lamodaenespana.com/ para celebrar su 70 aniversario.



Una revista joven y madura a la vez que ha sabido mantenerse, que no es poco, durante los últimos casi tres cuartos de siglo. ¡Con todo lo que ha caído entre tanto!


Para commemorar tan feliz cumpleaños, la revista no se jubila, ¡en absoluto! Sino que ofrece un sorteo entre cuyos regalos se encuentra pasar una tarde de compras con una personal shopper. ¿Adivináis quién es esa profesional de las compras? ¡Bingo!

Sylvie escapándose con las compras de una clienta.

9. POR FIN, BAILARINAS DE COOL CORNER.
Ya hemos hablado alguna vez de Cool Corner, esta fantástica marca que ofrece lujo a precios asequibles. Cuando conocí a sus socios y propietarios les comenté que por qué no hacian calzado femenino. Me contestaron que ya estaban con la idea y que faltaba poco para materializarla.
Bueno, pues ayer me notificaron la buena nueva. ¡Por fin tenemos bailarinas de Cool Corner!
En azul, ideales para vaqueros.
Unas bailarinas fabricadas en España en piel de la más alta calidad y a un precio realmente agradable.
Les felicitamos por ello y sobre todo, por apostar de nuevo por nuestra industria. Estos chicos acabarán subiendo el P.I.B.
En color whisky, ideales para tomarse una copa.
Y ya casi exhausta, os dejo las direcciones de los artículos que figuran en este nuevo número de La Hoja Parroquial de la Moda. Número Extra de Verano. Con la visita del Papa, no podíamos hacer menos.
¡Un beso fuerte!

1. http://www.johngalliano.com/
2. http://www.milladeoro.es/
3. La Casa Winchester. (en Facebook y en c/ Real, 20, Pontevedra). Teléfono 627 63 11 92.
4. http://www.chanel.com/es_ES/
5. http://www.prada.com/ y http://www.max-b.com/contacto.htm
6. http://isidorohernandezjoyas.com/joyeria.htm y en Claudio Coello, 38. Madrid. Teléfono 91 781 20 53.
7. http://www.italiansunglasses.com/
8. http://www.lamodaenespana.com/?section=content-view&content=89
9. http://www.cool-corner.com/calzados/mujer.html

Sylvie Tartán.