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Sábado por la mañana! ¡Yupiiii! He quedado con unas buenas amigas para ir a comer a "St. James" http://restaurantestjames.com/, uno de los restaurantes míticos de la capital, en la calle Rosario Pino. Confieso que el plan era ir al spa que está al lado, del que espero hablaros próximamente, y después ir a comer. Pero convencí a las chicas para obviar los chorros de agua terapéuticos al recordar mi última experiencia post-spa. ¡Pelo enmarañado, horrorosamente pseudo rizado y caótico! Salí como el cantante de Boney M, que en paz descanse, pero sin micrófono ni pantalones de campana, con lo cual, aquel look no tenía ningún sentido. El amigo que me acompañaba, sin yo decirle nada, me ofreció discretamente un peine. Sin comentarios.
Pero volvamos al restaurante y a la situación. Sábado de febrero, cielo azul y temperatura primaveral.
Como siempre, llego media hora antes por culpa de algún gen británico despistado y hago una primera inspección ocular. Me quedo sentada en la terraza, pido una cerveza e informo que tenemos mesa reservada. ¡Esto es el paraíso! Cuando llegan mis amigas, decidimos quedarnos a comer fuera y el maître nos elige, con educación exquisita, una mesa que va a tener un sol resplandenciente asegurado hasta las cuatro de la tarde. Aceptamos encantadas y elegimos nuestros platos, entre servilletas de hilo. Y a partir de aquí, ¡no leais si ya tenéis apetito! Tartar de tomate con jamón ibérico, parrillada de verduras y un sublime arroz caldoso con boletus y foie. El postre, sorprendentemente, nos lo elige nuestro camarero: Soufflé de chocolate. (Éste es el nombre del postre, no el del camarero). El caso es que aceptamos la propuesta como autómatas y saboreamos la delicatessen como esperábamos.
Después de la satisfactoria experiencia gastronómica, me despido de las chicas y regreso a casa para cambiarme y retocarme un poco. Hemos quedado para merendar en
Gregory, calle Velázquez esquina Goya, todas las amigas setenteras (yo nací en los años setenta y ellas tienen más de setenta años...). Os ambiento, camareros de los de chaquetilla blanca y buen humor castizo, público clásico del Barrio de Salamanca y muchas canas. ¡Soy una carca, pero me encanta! No tenemos sillas suficientes y pregunto a los comensales de una mesa un tanto lejana, si me puedo llevar la silla que está desocupada. El caballero que está sentado, no sólo me dice que está libre, sino que se niega a que yo cargue con ella, la coge y me la lleva hasta mi mesa. Chicos, si hacéis esto a una dama, quedaréis como auténticos "gentleman". Por eso me gusta Gregory, porque los modales de la gente que suele ir, son los de antes.
¡Besos y feliz noche!
Sylvie Tartán.
Me parto con las setenteras!
ResponderEliminarPues a mí han llegado a decirme barbaridades por ser caballeroso. Algunas mujeres llevan lo del feminismo al extremo de rechazar la buena educación de los hombres. No exagero: una chica me montó un pollo por cederle el paso al salir de un restaurante, y me costó que entendiera que, por educación, lo hacía con ella igual que lo haría con su santo padre, de haber estado allí. Decidió salir por otra puerta.
ResponderEliminar¡No me lo puedo creer! Qué distintas somos. Hace unos meses iba en el ascensor de un centro comercial con un señor y sus dos hijos adolescentes. Yo estaba la última para salir. Uno de los hijos empezó a salir el primero y el padre le agarró por el brazo, le hizo volver a entrar y se hicieron todos a un lado para dejarme a mi salir. ¡Ese hombre me alegró el día! Y sobre todo, saber que a sus hijos les estaba educando así. Confirmado, soy una carca. ¡Gracias por tu comentario! Y ahora entiendo que alguno te eche la puerta en la cara... si la reacción es similar a la de tu "amiga".
ResponderEliminarHola Sylvie,creo que te va el"buen comer".¿Como consigues ese tipazo?.Ya nos contaras...
ResponderEliminarCoincido contigo,donde esté un caballero,que se quiten los demás.Y por lo que veo,aún quedan...
ResponderEliminarMe encantan tus planes!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡Facilísimo! Y al alcance de todas, ¡un vestido negro! Siempre te hace buen tipo. ¡Ah! Y un buen fotógrafo, ¡claro! En mi caso, si no, no hay nada que hacer...
ResponderEliminarNo puedo ver las fotos de la comida,creo ya me engordan!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarQue planes tan geniales haces....
ResponderEliminarPodemos ponernos un itinerario para visitar sitios chulos y que luego hagas tus crónicas en el blogg. Yo por contribuir a la causa que no quede.
¡¡Genial!! Necesito compinches para mis andanzas. ¡Besos!
ResponderEliminarestoy de acuerdo..quedan pocos caballeros!
ResponderEliminary por desgracia pocas mujeres que los aprecien
también!